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Actualmente, la Educación está situada en el centro neurálgico del cambio y precisa de una modificación en la que se incorporen nuevas propuestas que tengan en cuenta la gran diversidad de alumnado que encontramos en el aula. Nuestro sistema educativo clama por una nueva organización de la formación continua en la que se aprenda a mirar de otra manera, desde otra perspectiva.
La Inclusión, el tema que nos atañe, debe ir más allá. ¿Está preparado el Sistema Educativo para un cambio? ¿Es posible hacer una mudanza de los pilares educativos a una propuesta más abierta y flexible? ¿Podríamos terminar con las barreras metodológicas que influyen en la diversidad del alumnado en las aulas?
El enfoque reparador de la Educación nos anima a seguir enfatizando en el derecho de una Educación Inclusiva, equitativa y de calidad que rompa con el estudiante promedio, y que estimule las capacidades, cualidades, aptitudes y actitudes de todo tipo de alumnado.
Vivimos tiempos para reflexionar donde se precisa de un cambio estructural que innove desde el núcleo de la Educación y que incorpore, como una de sus bases, la Inclusión, para crear redes de intercambio de conocimientos que den respuesta a la diversidad en el aula.
